lunes, 30 de septiembre de 2013

El mar como despensa

Las salinas están unidas a la memoria histórica de las islas, venía en la mente de sus primeros pobladores y fue una de sus primeras construcciones como base para su alimentación y pago de "salarios".

Las imponentes Salinas de Janubio, aún operativas en Lanzarote, dan una idea de la importancia comercial y de la riqueza alcanzada por los los majos.

Visitar su Museo de la Sal, es una experiencia interesante y las salinas en sí mismas son un documento de gran valor histórico.

El mar surtía a los majos de la materia prima que les permitía conservar los alimentos y garantizar su subsistencia.


El jareado, va a servir como forma básica de alimentación desde los primeros años a los pobladores de las islas, pasando a ser una de las tradiciones más arraigadas de los majos.

Se jarea el Cazón o Marrajo, para elaborar los Tollos, tiras de pescado salado, que se comen solas o en sancocho; los Pejines, echos con crías de sardina o cualquier pescadito y la jarea por excelencia a partir de La Dorada, El Cherne o cualquier otro que se considere adecuado.

Si alguna vez visita Lanzarote o cualquier isla Canaria, no deje de degustar estas ancestrales delicias artesanales, que en el caso de las jareas se tienden como la ropa en cordeles para orearse al sol.